Hoy tuve turno partido y me quedé a comer en el bar de debajo del trabajo. Vino un camionero repartidor a entregar mercancía y lo escuché hablar con la camarera.
El señor trabaja desde las 7 de la mañana a las 20h de la noche sin parar más allá del tiempo que tarda en dejar la mercancía en cada sitio.
Todos los dias Almuerza un bocadillo yendo en el camión. Trabaja de Lunes a domingo. Terminando los domingos a las 12h. Agotado y sin ganas de salir... Para volver al trabajo los Lunes a las 7 de la mañana.
En enero tuvo un mes de vacaciones y contaba emocionado que pudo salir a comer con la familia e ir al cine en varias ocasiones. Aparentaba unos 50 y pico largos de edad...
- ¡Serás rico! - le decía ella.
- Cobro alrededor de 2000€ al mes, pero no los gasto porque no tengo más vida que el trabajo.
La reflexión vino de la mano de la camarera al salir el repartidor camionero:
- ¿Este señor cuando se jubile, qué va a hacer? Si no sabe hacer otra cosa...
El sistema está hecho para que necesites trabajar para vivir. Pero si el trabajo no te permite vivir,
si no tienes tiempo... ¿Por qué trabajas en eso?
Me ha recordado al perro que ladra tras una reja, o al pájaro en jaula que no sale aunque tenga la puerta abierta. Porque sencillamente está tan habituado a sus barrotes que no ve la abertura aunque la tenga delante.
Hoy he sido un poco menos esclava del sistema, porque he sido capaz de ver la puerta. Aunque la decisión sea ahora sí cruzarla o quedarme dentro.
Nay Góngora 9/4/25
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