jueves, 18 de julio de 2013

El Libro de la Energía - 06



Apartado Sexto:
El Amor, fusión energética.


Si somos puzles energéticos compuestos por lo que nos cedieron otras personas, y estas personas no nos dieron su energía integra, sino que la repartió, ¿Podría existir energía procedente de un mismo origen en dos, tres o más individuos diferentes?
Según mi teoria, no solo podría darse el caso... sino que debería ser así.

Yo me he dado cuenta que, obviando cuestiones meramente superficiales y basándonos en las intuitivas, hay veces que los seres humanos sienten una especie de atracción o rechazo no explicada hacia sus congéneres. Y no me refiero simplemente a cuestiones amorosas o sexuales.
¿Nunca os ha pasado que sin conocer a una persona, aparentemente normal, os desagrada?
Sentís rechazo inexplicado, un "no me gusta... tiene algo que no me convence y no sé lo que es".
O todo lo contrario, sintiendo a alguien que a penas conoces como si llevases toda la vida con él.. Como si llenase una parte de tu vida que antes no estaba ahi y de pronto, sientes como si algo hubiese cobrado un mayor sentido. Pero no sabes exactamente que es.

Puede que a tu puzle le faltasen piezas... Una pieza que tiene la otra persona, y que al interaccionar levemente lo captes, que fusione, y completes sin darte cuenta un trocito de ti o un poquito más de información. A veces buena, otras veces no tan agradables. Pero del que nunca tienes el total y por eso siempre te falta la respuesta.

¿Podria ser que los flechazos y los sentimientos más profundos fuesen fruto de estas fusiones de energía, que van completando partes de nuestro interior? Eso podria explicar porqué te llenan y el porqué del vacio interno cuando se van.. al fin y al cabo, algo siempre te van a dejar, pero se llevan una parte de ti.

El amor existe, es químico, energético y te da más vida porque aporta nuevas "piezas" a tu alma. Su finalidad es preciosa, porque siempre está complementando a tu ser.




Nay Góngora, el libro de la energía


El Libro de la Energía - 05


Apartado Quinto:
Energía compartida.



Puesto que la energía de nuestro cuerpo podría volver a utilizarse y transformarse, podemos llegar a cuestionarnos ¿Queda toda la energía, de forma integra, impregnada en el lugar donde fué desprendida?

Para responder a esta pregunta me gustaría ponerles un ejemplo bastante sencillo. Quiero que imagineis una regleta o ladrón de enchufe que, partiendo de una sola toma de corriente, suministra energía a varios electrodomésticos diferentes. ¿No sería posible que la energía desprendida de una persona tambien pudiese dividirse en diferentes partes quedando impregnadas en el lugar, en el cuerpo del que procede o en otros lugares?

Y, si nuestra energía se pudiese repartir, ¿Por qué no podriamos tener nosotros mismos integrada la energía de otras personas? Quizás asi sea y nosotros no lo sabemos... Yo, desde luego, comparto esa teoría.
  
Pensad por un momento en un ovulo y un espermatozoide vivos, portadores de una energia inicial donada por vuestros padres que formará vuestro embrión. 
Al nacer somos maquinas de captar, recipientes practicamente vacios que van llenandose, creciendo, impregnandose de todo lo que les rodea.
 Pensad en un ser humano como un gran puzle, millones de piezas que conforman lo que es, algunas las intercambia, otras las cede, otras siempre estan ahi... Algunas proceden de sus padres, otras de su entorno, otras son cedidas de personas que a su vez las tomaron de otro lugar. 
Como una gran malla energética de información que siempre está moviendose y transformandose dentro de todos nosotros. Viva, a la que poder acceder...

¿Y si tuvieses parte de la energía de otras personas, algunas ya fallecidas, integradas dentro de ti? Eso explicaría porqué algunas personas tienen recuerdos que no son suyos, que vienen de atrás, o porqué algunos transplantados después de su operación empiezan a cambiar facetas y gustos de su personalidad que no pueden explicar de otra manera.

¿Y si el chacra que nos conecta espiritualmente a todos existiese de verdad y peliculas de ciencia ficción, como Avatar y su árbol de la vida, fuesen simples metáforas de esta malla energética que tenemos en común? 


¿Y si os dijera que pensando o diciendo algo muy, muy convencidos esta "malla" puede devolveros lo que querais? Os reto a probarlo.



Nay Góngora, el libro de la energía


 

miércoles, 17 de julio de 2013

Muñeca de Trapo

Desde pequeña siempre me inundaban dos sentimientos muy poderosos cuando cogía y miraba detenidamente la carita de una muñeca de trapo.
Se veía tan cariñosa, inocente, dispuesta a darte todo su cariňo y su calor...
Pero por otro lado, si te fijabas bien, podías verle cierta expresión triste... Lúgubre porque la dejaste sola y olvidada en el cajón. Porque ya habías terminado de jugar con ella...

 Hoy recuerdo esa muñeca, porque hoy me he sentido así.
 Siento que cada día te tengo más cariño, cada día pienso más en ti... Me ilusiono cuando me miras,
me ilusiono cuando me das la mano, cuando me abrazas.. y sin embargo he comprendido que todo era un simple juego.

 ¿Como puedes comerme a besos por la noche y estar acariciando y dándole la mano a otra muñeca al día siguiente? ¿Cómo puedes jugar conmigo y luego dejarme en un cajón?

 Pongo en peligro muchas cosas, juego y me quemo, te odio y te quiero... Quizás yo no valga mucho, quizás sólo sea una  muñeca como aquella con la que jugaba.. pero hoy te digo GAME OVER. (con la secreta esperanza de que algún día me vuelvas a sacar del cajón.. que vuelvas a jugar conmigo.. y que ya nunca dejes de estar ahí..)        




Nay Góngora